Conóceme

¡Hola!  soy Nuria, creadora de Mujerentránsito

Realmente me considero una viajera agradecida transitando un camino: el de la vida. Sublime tarea si los obstáculos y las piedras en el camino no nos hicieron detenernos, en ocasiones, más de lo que quisiéramos ni nos impidieron avanzar. 

Puedo resumirte mi proceso en un “lo tenía todo pero no me tenía a mí”. En menos de dos años transformé por completo mi vida. No fue un giro de 180 grados, no, en este caso eran 360, completaba el círculo y partía de cero, dejé atrás una relación de 26 años con el padre de mis dos hijos desde el más absoluto amor, respeto, conciencia y consciencia. A veces los caminos en la vida divergen. Un año más tarde, me subí al tren de los sueños, dejando atrás una carrera profesional de 22 años en una entidad financiera.

Cambié la más absoluta certeza, calidad de vida y confort por una completa y total incertidumbre. Me lancé sin paracaídas a un destino incierto. No fue nada fácil: han sido los cambios más profundos acometidos en mi vida, y no exentos de mucho dolor y sufrimiento. Llenos de altibajos, de sentirme montaña rusa una y otra vez. Hizo falta armarme de valor y determinación. ¡Y te preguntarás entonces que por qué lo hice! A veces no elegimos: es la vida quien nos empuja.

En lo más hondo de mi ser, sentí un llamado muy fuerte a reconocer y aceptar que la única pieza del puzle que me faltaba para liberarme  era llenarme de mí y elegirme por encima de todas las situaciones y personas, aprender a amarme, honrarme, atenderme y escucharme. 

Inicié el camino de mirar hacia dentro: el único que nos lleva a la auténtica libertad y a la plenitud del ser. Fue entonces cuando comencé un recorrido de sanación en todos los aspectos de mi vida que me llevaría por diferentes situaciones, lugares, formaciones y a vivir mil emociones que me ayudarían a completarme e ir cicatrizando mis heridas, de dentro hacia fuera. Poco a poco, por fin fui sintiendo que tomaba las riendas de mi vida, viviéndome finalmente libre en cada célula y poro de mi piel.

Sí, soy intensa, extensa, profunda, vulnerable y sensible por naturaleza. Al principio pensaba que era un defecto, pero me he dado cuenta de que solo siendo fiel a mí misma soy auténtica. Amo la coherencia por encima de todo, porque ése es el camino que un día decidí seguir: el del corazón, que no es otro que el de cuerpo, mente y alma trabajando al unísono (¡habrá belleza mas grande que ésa!).

Por otro lado, está otra de mis grandes pasiones: me considero un alma libre y viajera. Con solo 21 años, allá en el año 1996, me armé con una mochila, crucé el Atlántico y me fui sola tres meses a Chile. Llegar al sur, al Estrecho de Magallanes, fue toda una aventura, ¡ahí se me grabó a fuego la vena viajera!.

Desde entonces, no he parado de viajar. Dos de mis grandes valores, entre otros, son la aventura y la valentía. A lo largo de mi vida he tenido la gran suerte de viajar por lugares muy variopintos, de los que me he ido enriqueciendo personalmente : Asia, África, Europa y América, normalmente en pareja o en familia, pero también sola, como a Indonesia en el verano de 2018, por dos meses.  Siempre me gustó organizarlos y planificarlos por mi cuenta, saboreando todo lo que esto conlleva: más trabajo, pero una mayor integración del placer de viajar y perderse. Ahí se expandía todo: un lienzo en blanco que empezaba a llenarse de imágenes para luego convertirse en bellos recuerdos. Y así, de esta manera, el viaje nos acompaña y nos complementa como una herramienta con un inmenso poder de autoconocimiento.

Finalmente, pude plasmar con inmensa gratitud todo este proceso en estas líneas que hoy estás leyendo aquí, para poder acompañarte a hacer tu viaje mas personal: el de ir hacia dentro, ése que una vez que inicias, ya no tiene vuelta atrás. Eres muy bienvenida.

Con amor y a corazón abierto,

NuriaG

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